La transmisión del movimiento desde un mecanismo o elemento de máquina a otro se puede realizar en forma directa, como por ejemplo el caso de un engranaje montado sobre el eje de un motor y que engrana con otro engranaje al que le transmite el movimiento de rotación del eje, o a través de vínculos intermedios que transmiten el movimiento que tiene el elemento motor al elementos conducido. Este vínculo intermedio puede ser sólido o fluido, en el primer caso podrá ser rígido, como la biela de un mecanismo, o flexible como una correa plana o trapezoidal, y en el segundo caso puede ser líquido, presentándose este caso en los mecanismos hidráulicos.
Los vínculos intermedios puede ser correas planas o trapezoidales, cadenas, engranajes, tornillo sin fin y rueda helicoidal, bielas, manivelas, aceites, etc.
En un principio, la transmisión del movimiento se realizó utilizando poleas y correas planas, ya sea para accionamiento individual o a partir de un eje principal para un grupo de poleas. Posteriormente, la correa plana fue desplazada por la correa trapezoidal y por los engranajes, casi en su totalidad.
La correa trapezoidal, además de presentar la ventaja de la transmisión elástica, suave y silenciosa, al poder existir varias correas en una misma polea, confiere mayor seguridad y continuidad al movimiento, ya que si una de ellas se corta, el movimiento no se detiene. Actualmente, para la transmisión del movimiento ha cobrado auge la utilización de engranajes y tornillo sin fin con rueda helicoidal.
En muchos casos, en los cuales no es conveniente ni práctico detener el funcionamiento del motor para cambiar el movimiento del mecanismo o elemento, se utilizan embragues, los que pueden acoplar o desacoplar durante el giro los diferentes órganos de máquinas en movimiento, permitiendo realizar los cambios necesarios.
Aplicaciones de Tecnología Mecánica Felipe. F. Freyre
Comments